martes, 22 de septiembre de 2009

Convivencia

¡¡Que dura o hermosa puede ser la convivencia!!
Desde que empezamos a tener uso de razón, nos damos cuenta de que hay muchas de las cosas que hacen nuestros seres queridos, los viven con nosotros bajo el mismo techo, que tienen cietos criterios a la hora de hacer las cosas que nosotros no haríamos igual.
Después, como todo buen ser humano, intentas proponer e imponer tu manera de hacer las cosas porque pensamos que así es la mejor manera de hacerlas, claro que la otra persona piensa lo mismo sobre su forma de actuar, y ahí es cuando vienen los problemas.
Ya sea por envidia, desorden, dejadez, higiene, perfección, etc., tenemos que comprender que cada persona es distinta, ve de un modo diferente las cosas y no por ello es peor que nosotros, simplemente es diferente. Ni que decir tiene que queda a parte enfermedades como el sindrome de Diogenes o similares, que para nada tiene que ver con una forma de ver las cosas.

Cuando somos pequeños tenemos que aprender a convivir con nuestros padres o tutores, acatando sus normas y condiciones para instruirnos como personas y el día de mañana tener unos valores medianamente aceptables para enfrentarnos a la convivencia con el mundo que nos espera.
Este es un momento fundamental en el crecimiento personal.
A veces se consigue, otras no se consigue, pero siempre se puede aprender a convivir aunque nuestros valores desde pequeños fueran totalmente erroneos, el cambiar costará, pero no es imposible.
La base de todo está en aceptar y respetar a la otra persona tal y como es, no intentar cambiar su forma de hacer las cosas, a menos de que su forma de actuar repercuta gravemente en tu salud o en las posesiones, entonces si deberíamos de actuar y hacerle ver sutilmente que se está equivocando.

No hay nada más bonito como convivir aceptandose y respetandose mutuamente, son momentos de extrema felicidad tanto para la mente como para el alma.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Fantasmas

¿Existen los fantasmas?
Hay mucho que decir sobre el tema, incluso hay quien vive de eso, pero yo particularmente no creo qn ellos, pero si creo en que nuestra mente nos juega malas pasadas.
Yo más bien los defino como pensamientos, sensaciones o situaciones que estan en el pasado, regresan a tu presente y te hacen sentir mal, incomodo o inseguro. Algunas veces estos "fantasmas" se quedan demasiado tiempo sobrevolando por nuestro espacio interior, creandonos una serie de inquietudes o inseguridades tan acusada que podríamos caer en una profunda depresión.
Deshacerse de ellos es a veces fácil, basta con intentar mantener la mente ocupada en otras cosas que requieran un poco de concentración y así quitarnoslo durante un tiempo de encima, pero otras veces es más complicado, puede ser un "fantasma" reciente o puede haber pasado mucho tiempo, pero que ese "fantasma" hubiera sido un problema mayor o más grave. Contra eso sólo queda luchar, intentar vencerlo y que no nos afecte más, pero eso requerirá tiempo, esfuerzo y voluntad.
Para mí son esos los verdaderos fantasmas, pensamientos recurrentes que vuelven a tu mente para intentar hacerte un poco menos feliz, pero contra los que hay que luchar ferozmente ya que solo son eso, pensamientos negativos que no hacen ningún bien, y nosotros vivimos para ser felices no lo contrario.

martes, 15 de septiembre de 2009

Decisiones

La vida esta llena de decisiones, siempre decidiendo y eligiendo lo que más nos conviene o lo mejor en ciertos casos. Cierto es que decidamos lo que decidamos, debemos ser conscientes de que podemos hacerlo bien o no, pero si se da el caso (que se dará) en el que hemos decidido mal e intentamos cambiar esa decisión, puede que ya sea demasiado tarde para cambiarla, con lo cual tendremos que aceptar esa decision erronea, afrontar la nueva situación creada e intentar aprender.
Equivocarse decidiendo es lo más normal del mundo, somos humanos, pobre de nosotros si no nos equivocaramos, seríamos máquinas que todo lo hacen perfecto y no se equivocan, que aburrimiento ¿no?
Creo que lo mejor y lo peor de elejir es que siempre supone un cambio, ya sea para bien o para mal, y es normal que cuando visualizamos el cambio tengamos miedo, el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, todo derivado de la inseguridad en ti mismo.
El miedo no es malo (en pequeñas dosis), es algo natural siempre esta ahí, lo malo es que ese miedo se haga más y más grande y de ese miedo se produzca el nacimento de otro miedo nuevo. Al miedo hay que combatirlo, enfrentarse a él armados con nuestra fuerza de voluntad y determinación. Sobre todo a este miedo en concreto, el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, para mí creo que es el más dañino de todos, ya que te bloquea mentalmente, crea una coraza alrededor tuya y no te deja disfrutar de cosas maravillosas que son tan útiles para tu mente y tu alma, impide que realices actividades que te pueden enriquecer bastante como persona solo por el mero echo de ser algo nuevo y diferente a lo que estas acostumbrado.

Todos tenemos que decidir, y yo he decidido enfrentarme a mis miedos, para ello he creado una lista en la cual espongo mis temores e intento todos los días enfrentarme a una o a varias situaciones en las que intervenga uno de estos miedos, así los miro cara a cara y me enfrento a ellos. A veces gano y otras pierdo, pero aunque pierda lo sigo intentando porque esa es la úinica manera de poder vencerlos.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Un humilde servidor

Bienvenidos, estoy encantado de que por fin os puede presentar mi pequeño espacio en el que, entre otras cosas, escribiré sobre mí, mis pensamientos, sentimientos e ideas, con el fin de que me conozcais un poquito mejor y con la decisión de compartir mi alma por este medio, aunque me gustaría más cara a cara, pero todo se andará jeje.
He estrenado blog con la entrada de mi cumpleaños, pero no es lo único que voy a estrenar; he tomado la decisión de dar un giro a mi forma de enfrentarme a los problemas, al mundo, a la vida. Pienso que esta nueva forma de ver las cosas me pone en el camino correcto que tanto deseaba encontrar, pero que lo ocultaba una persona en la que tenía una fé ciega, esa persona soy yo mismo, que al tener tanto miedo e inseguridad no me dejaba ver el camino con claridad, eso hacía que una y otra vez tropezara con las piedras del camino sin poder ver como me acercaba a ellas para evitarlas. Esto ha hecho que se produzcan muchas situaciones conflictivas en mis relaciones sociales, morales y afectivas que tanto daño me han causado en el pasado y en la actualidad.
Una vez quitado este velo tengo más claro que quiero y que no quiero, empiezo a ver el camino y eso me gusta, me hace sentir bien y más seguro de mi mismo.
En fin, este personajillo soy yo, parecido a un barco que esta surcando un mar de dudas y que por fin el capitán a decidido coger el timón y navegar con decisión.
Espero que disfruteís de este rinconcito de mi mente que tenía tan escondido y descubráis que en esta vida todo se puede conseguir, incluso que un cabezón como yo consiga romper su coraza y deleitarse con los aromas, colores y sabores que nos regala el mundo cada mañana.